domingo, 14 de agosto de 2011

El papa de la homofobia, en España

Benedicto XVI llega a Madrid. El Ayuntamiento y el Gobierno regional le han preparado una espectacular bienvenida, con un derroche económico monumental, cifrado en más de 50 millones de euros,muy alejado del voto de pobreza de los clérigos y de todo lo que predica la Iglesia.

La institución eclesiástica se enorgullece de predicar el amor, por eso, no se les ocurrió mejor forma hace un año a los barceloneses gays que celebrar la visita del sumo pontífice besándose delante de él. Sin embargo, este acto no le sentó demasiado bien, ya que considera pecado todos los actos homosexuales. El papa Ratzinger considera que desdibujar la diferencia entre hombres y mujeres puede llevar a la destrucción de la humanidad y, por eso, necesita nuestra protección, como los bosques tropicales de la selva amazónica.

La aprobación del matrimonio homosexual no le hizo ninguna gracia y, por eso, puso a España en el punto de mira, amenazando con visitar el país de vez en cuando. Y lo está cumpliendo. Sus visitas causan temor en distintos colectivos, no sólo el LGTB, también en los indignados del movimiento 15-M, que gritan frases como “cuidado con los niños, que viene el papa” o “ésta no es la juventud del papa”.

Del 16 al 21 de agosto, España acoge las Jornadas Mundiales de la Juventud, con un despliegue de 12.000 trabajadores municipales entre policías, agentes de movilidad, miembros del Samur, Protección Civil y Servicio de Limpieza Urgente. Los sindicatos se muestran muy críticos con el faraónico despliegue, considerándolo “desproporcionado”. Señalan que la mayor parte de los trabajadores del Ayuntamiento se han quedado sin vacaciones y sin la posibilidad de cumplir con las libranzas que les corresponden por culpa de la visita papal.

Pocas semanas después del Orgullo Gay más polémico por la infinidad de obstáculos que puso el Ayuntamiento a su celebración, y al que aporta solamente una subvención 60.000 euros, acogen con los brazos abiertos al máximo mandatario de una institución conservadora, muy influyente y con un gran discurso homófobo. Muchas condiciones y muy bajo presupuesto a modo de subvención para una fiesta que atrae a personas de todo el mundo como el Madrid Orgullo, pero todo un derroche económico, incluso con grandes descuentos en el bono transportes de 50 euros, que para los católicos se queda en tan solo 10. Un regalazo tan solo unos días después de que la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, subiera el precio para todos los madrileños.

Los pekadores y pekadoras que hayan caído en la tentación de alguno de los 7pekados podrán confesarse en uno de los 200 confesionarios que se instalarán en Madrid. Animamos a nuestros políticos, religiosos y todas aquellas personas que echan piedras sobre los derechos logrados por el colectivo LGTB a que también lo usen, para que sean absueltos o, al menos, se queden con la conciencia un poco más tranquila. Amén.

Articulo sacado de la Revista 7 Pekados y escrito por David Hernandez.

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