La Iglesia ha aprovechado las fechas navideñas para volver a reivindicar el clásico modelo de familia y arremeter una vez más contra el matrimonio homosexual. Así lo ha hecho Juan Antonio Reig Plá, obispo de Alcalá de Henares y presidente de la Subcomisión Episcopal de la Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española. El intermediario entre el señor de los cielos y los hombres que habitan la tierra ha pedido a Mariano Rajoy que “respete” la institución familiar y la “proteja” como si se tratara de un “auténtico patrimonio de la humanidad”. Según él, esto es a lo que ha de aspirar un gobierno ejemplar.
El religioso considera que el nuevo Gobierno debería “promover políticas familiares justas”, para lo que ha de “respetar el carácter propio de la institución familiar y escuchar la voz de las familias”. Sin embargo, cuando se refiere a las familias, habla del modelo clásico, de la familia católica tradicional. Cuando no hay políticas familiares más justas que respetar todos los modelos de familias y tratarlas por igual.
El obispo de Alcalá de Henares cae en el tópico arcaico de marcar diferencias desde un punto de vista machista, señalando que el área de igualdad de un gobierno ha de diferenciar “el varón y la mujer” y considera que “ésa es la gran aportación de la civilización cristiana”.
El religioso insiste en que la institución matrimonial y familiar “no se reduce a una simple unión afectiva” y ha de establecerse “entre un hombre y una mujer”. Pide al Gobierno que este modelo de uniones se han de “proteger por el Derecho y no depender del arbitrio humano”.
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