jueves, 22 de diciembre de 2011

Un cura prohíbe a un gay que sea el padrino de un bebé

La Iglesia católica ha vuelto a atacar al colectivo LGTB. En esta ocasión, ha sido el párroco de la localidad jienense de Huelma quien ha causado nuevas heridas al negar a un homosexual casado ser el padrino de bautizo de una niña. El cura le ha prohibido participar en el acto por estar unido en matrimonio con un hombre. El pretexto utilizado ha sido que esa circunstancia lo sitúa "fuera de las normas de la Iglesia".
Cuando la familia del bebé de seis meses propuso el padrino al párroco, éste tan sólo preguntó si el hombre que habían elegido estaba bautizado y confirmado. La respuesta fue afirmativa. Pero, más tarde, preguntó si estaba casado y con quién. Cuando le presentaron toda la documentación requerida sobre su matrimonio, al ver que estaba casado con otro hombre, el sacerdote respondió que “no podía ser”.
Para el párroco de Huelma, un homosexual no puede ser padrino de nadie. Lo que resulta incomprensible. Ya que es difícil de comprender que alguien que rechaza tener una relación sentimental y formar una familia pueda condicionar la vida de las demás familias y trate de imponer la que considera la educación más adecuada para los hijos de los demás

No hay comentarios:

Publicar un comentario